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Gestión del ego. Una labor complicada

En el entorno laboral y también en el personal, se dan multitud de situaciones de conflicto que se “resuelven” con el típico “Porque YO la tengo más grande”. El ego domina. La gestión del ego brilla por su ausencia.

Quizá nunca te lo has planteado pero, entender qué es el ego, los diferentes tipos que hay, cómo identificarlos y cómo actuar contra ellos, te evitará frustaciones y dolores de cabeza.

Antes de continuar avanzando, vamos a ver qué se entiende por ego.

¿Qué es el ego?

Ego en latín significa “yo”.

La conciencia que tenemos de nosotros mísmos puede hacernos creer que somos el centro del universo.

A partir de ese momento, las relaciones con los que nos rodean se pueden ver dañadas.

Nuestro ego se forma en la infancia y va cambiando con el paso del tiempo, en función del entorno que nos rodea y de las exigencias que se nos presentan.

¿Cómo se identifica el ego?

Un patron que no suele fallar, son las personas que:

  • Sólo hablan de sí mismas. “Porque yo…”, “Yo lo hice así…”, “Eso me pasó a mí”, etc, etc.
  • Siempre tienen razón. “Te dije que…”, “Te advertí…”, etc.
  • Son soberbias.

Este tipo de personas sólo se aguantan ellas mismas y en muchas ocasiones, ni eso. Aburren. Resultan molestas y suelen resultar mal educadas.

Por otro lado, su crecimiento personal y profesional es limitado porque sólo se escuchan a si mismas. Ellas son y serán siempre las mejores y nadie las enseñará nada porque lo saben todo.

A pesar de ello, cada vez existen más personas egocéntricas en cualquiera de los entornos en los que nos movemos. Hay una tendencia al egocentrismo muy fácilmente visible en las redes sociales en las que todo gira en torno al “yo”. Ejemplo:

  • Instagram. “Yo soy el más guay”.
  • Twitter. “Yo digo lo que quiero”.
  • LinkedIn. “Yo tengo el mejor currículum”.

Llegados a este punto, no vamos a demonizar al ego. El ego no siempre es malo. Si para hacerte valer tu ego no descalifica, no humilla, no rebaja…a los demás, no es malo.

Ahora vamos a ver en detalle los 10 tipos de ego según Iván Durán Garlick, Autor del libro el ego. “La mente de una persona con poca autoconciencia es un hotel cinco estrellas para el ego.

Tipos de ego

  • Sabelotodo. Su nombre lo indica. Ellos lo saben todo. Ellos siempre llevan la razón. Hablan sin conocimiento fundamentado de causa (aunque lo desconozcan, hablan por quedar encima).
  • Insaciable. Siempre reclaman la atención. Ellos tienen que ser el centro de toda conversación. Siempre quieren dirigir las conversaciones por lo que no permiten que los demás hablen.
  • Interruptor. Interrumpen constantemente. Generan mal estar con el otro interlocutor porque no escuchan. A ellos siempre les pasa algo igual/mejor/peor que lo que cuenta el interlocutor.
  • Envidioso. Ellos también han conseguido lo que el interlocutor y no soportan que les superen. Intentan despreciar el éxito ajeno.
  • Prestigioso. Buscan el reconocimiento ajeno como alimento de su ego, incluso en cosas irrelevantes. Esta es su manera de destacar su poder, su éxito.
  • Jinete. Se apropia y copia lo que otros dicen o hacen para su propio beneficio.
  • Sordo. Parece que escuchan pero nunca lo hacen y como consecuencia, no pueden dar su opinión. Suelen cambiar de tema a lo que a ellos les interesa. Sólo les gusta hablar y hablar.
  • Manipulador. Realiza todo tipo de tretas, artimañas y manipulaciones para que parezca que ellos siempre llevan la razón.
  • Orgulloso. Son personas poco humildes, soberbias y competitivas. Esa soberbia les impide mejorar.
  • Silencioso. Son los que escuchan, no te dicen nada pero luego utilizan todo lo que han oído para criticarte.

Conclusión

Todos estos egos se dan en nuestro entorno laboral y personal, de ahí la importancia de conocerlos y de saber identificarlos. La gestión del ego es un factor diferencial.

Cada tipo puede afectarte de una manera completamente diferente por lo que, abre los ojos, identifica qué tipo de ego tiene la persona con la que estás hablando y no te frustes.

Asúmelo, no todos somos iguales y cada uno de nosotros tenemos una “tara”. Identifícala y piensa si esa “tara” puedes o quieres asumirla.

Por otro lado, analiza con qué ego te sientes más identificado y comienza a controlarlo. Piensa dos veces antes de hablar y escucha. Sobre todo, escucha. Escuchar no sólo te hará aprender cosas nuevas, también ayudará a que la persona con la que hablas se sienta cómoda, se sienta escuchada y todo será más fácil.

La gestión del ego es fundamental para continuar con tu desarrollo personal y profesional. Pero tampoco olvides la gestión de emociones.

¿Con qué tipo de ego te has sentido identificado? ¿Cual es el ego que prevalece en tu entorno? ¿Cómo lo tratas?

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